jueves, 21 de mayo de 2009

Enrique Morente

Málaga, Pablo Picasso y sus poemas. Con estos tres ingredientes Enrique Morente preparó su disco Pablo de Málaga, espoleado por el encargo para los fastos de su apertura de los responsables del nuevo museo del pintor en su tierra natal. Textos inéditos que el poeta Rafael Inglada, un experto en Picasso, le facilitó al cantaor.De estos textos y poemas Morente dice:
Me llamó la atención el sentido de la libertad y el desenfado que había en su falta de pretensión como escritor, ya que todas sus líneas estaban escritas con amor y gracejo, sentido que no había perdido de su condición de malagueño, recordando constantemente la luz, los sabores y los olores de Málaga. Los preciosos grabados que ilustran la portada y el libreto de este disco también son inéditos, así que tenemos ante nosotros una obra en la que al menos hay que prestarle toda la atención. Porque Morente no da puntada sin hilo y en este trabajo ha hecho otro sublime ejercicio de reinvención de los patrones del cante jondo. Pablo de Málaga no es un disco conformista, el maestro del Albaicín parece estar en un momento creativo espléndido y como tal lo muestra en sus trece temas, siete y un poco más con textos del pintor, un soneto de Góngora y el resto populares, del cantaor y de Inglada. Hay riesgo, no cabe duda, pero Morente sabe bien por experiencia que los transgresores son los que a la postre van a ver reconocido su trabajo. Y ha sabido rodearse de un elenco de artistas incomensurable, músicos de flamenco (a destacar los tocaores Rafael Riqueni, Pepe Habichuela y Niño Josele) pero también músicos del rock y la electrónica. Lo más extraño y no menos atrayente de todo este material es ‘Angustia de mensaje’, donde el magma electrónico de Maxi Ruiz (Ferenc, ruizpantaleón, Morente trabajó con este dúo el año pasado), soporta una instrumentación y unas voces surrealistas. Delicadísima y emocionante es ‘Adiós Málaga’, cierre del compacto, donde las voces de las hijas de Enrique Morente, Estrella y Soleá, y su esposa Aurora Carbonell, te ponen la piel de gallina. Marcial es el comienzo de Guern-Irak, con la batería de Erik Jiménez (Los Planetas), que grabó Omega con Lagartija Nick, que después se convierte en un flamenquísimo cante básico que tiene un desarrollo a la mitad que simula una batalla, ya que es una pieza contra la guerra y los bombardeos contra objetivos civiles. ‘Tientos griegos’ comienza también muy marcial, con batería y programaciones, y un aire heleno, pero Morente sabe hacerlos atrevidos y sugerentes. ‘Autorretrato’ empieza con un sample de la voz de Picasso, y da paso a un cante muy racial. En ‘Borrachuelo con aguardiente’, sin embargo, el compás de bulería, se lo salta el cantaor como si estuviera cantando un cante básico. Interesantísimo corte.‘Malagueña de la campana’ y ‘Soleá de los números’ es lo más ortodoxo, entre comillas del disco, con el baile de Juan Andrés Maya e Iván Vargas; mientras, en ‘Compases y silencios’, éstos bailaores son protagonistas en la primera mitad y el cante de Morente, que pone la voz de gallina, por soleá en la segunda, añadiendo un texto de Picasso surrealista que comienza con la frase “Larga procesión de ojos andando de puntillas”. Como conclusión cabe decir que, como poco, Pablo de Málaga es un disco abrumador.

1 comentario:

Kraker dijo...

Resulta extraño encontrar un blog con música tan dispar, tan bien seleccionada y escogida. El buen gusto abunda en este rincón del "ciberespacio". Esto si que es música para todos.