La vida suele mantenernos demasiado ocupados como para que sea frecuente que nos sentemos tranquilamente con ánimo de contemplar la evolución de nuestros sentimientos con respecto a nuestro propio pasado. Este corte de Marilyn Crispell no induce directamente esa reflexión en el oyente, pero podría muy bien haber servido a la pianista para aislarse de la tiranía del reloj y dar paso a una tal reflexión. Suponiendo que así hubiese sido, lo que sigue es la historia improbable de ese tiempo, de esa reflexión generosamente compartida por Crispell con este oyente todavía fascinado por la experiencia. Quizá están faltando adjetivos en esta reseña: haced el favor de considerarle aplicados los mejores, de mi parte; creo que no hace falta explicitarlos. También puede que falte una descripción más clara de la música que contiene el CD: supongo que podría definirse como una grabación de Crispell a piano solo en la línea de sus otras grabaciones, en trío, para ECM. Quienes no hayan escuchado demasiado a Marilyn Crispell puede que desconfíen de estas grabaciones: hacen bien, sumergirse en esta música puede resultar provechoso o esteril en función del oyente. En cambio quienes conozcan la obra de la pianista sabrán que vale la pena arriesgarse. Un album del año 2008 para la ECM.
domingo, 29 de marzo de 2009
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