miércoles, 12 de noviembre de 2008

Nick Cave & Grinderman


Aunque publicado el pasado 5 de Marzo del 2007, que desde entonces ha llovido, hasta ahora no se había publicado reseña alguna de este álbum en Hipersónica. Así pues, como era una verdadera vergüenza que el que bien merece ser considerado como uno de los mejores discos de rock del año 2007 no fuera destacado por aquí, he decidido hacer válido aquello de más vale tarde que nunca y dedicarle esta atrasada crítica. Dejándose por el camino a cuatro de las siete Malas semillas, y con ello la voluptuosidad que había alcanzado el último disco doble del grupo titulado Abattoir Blues/The Lyre of Orpheus, el viejo zorro Cave echa la vista atrás, guitarra en mano, y recupera el rock más desnudo y garajero de sus comienzos, sonido que recuerda más a The Birthday Party que a lo que ha venido haciendo estos últimos años. El resultado es un disco rudo, eléctrico, sólido a más no poder, y en el que cada una de sus canciones es una bala disparada directamente a tu cerebro, un ácido proyectil de punk rock tras otro, hasta completar así un álbum que no inventa nada nuevo, pero que deslumbra por momentos. Arranca fuerte la maquinaria con Get It On, dejando claro que este cuarteto no necesita dar explicaciones y que han venido para dar una lección magistral de rock. Pero si genial es el corte de arranque, la laureada No Pussy Blues marca el punto álgido del álbum a las primeras de cambio. Y no porque las ocho canciones que restan sean malas ni mucho menos, sino sencillamente porque esta corrosiva y divertida canción es la mejor que puede encontrarse en cualquiera de los trabajos que han salido a la calle en lo que va de año.Pero Grinderman da mucho más de sí, como demuestra la vibrante Honey Bee (Let’s Fly to Mars), la desgarrada When My Loves Come Down o el potente soul de (I Don’t Need You to) Set Me Free, todas ellas con la seña de identidad clara del gran Cave, al cual no vamos a descubrir ya a estas alturas de la vida. No es sencillo otorgar el galardón de disco del año a un álbum, y menos aún teniendo en cuenta las numerosas muestras de calidad que el pasado 2007 nos dio, pero sin duda esta escapada de fin de semana del australiano y sus tres compañeros, según ellos en busca de un poco de libertad, bien merece ocupar los puestos más altos de las listas de aquellos que gusten del rock más esencial. Un discazo con todas las letras.Fuente para la reseña; Hipersónica.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué bueno! Besos desde el otro lado de la red...B