Hay opiniones dispares sobre este último trabajo de Neil Young. Muchos atacan que él solo, se haya atrevido a concebir un álbum en solitario, otros alaban la inmensa calidad del mismo. Por mi parte solo puedo decir una cosa, me ha encantado este disco. Desde siempre he tenido una profunda admiración a la guitarra de Neil Youn, concretamente a su ya famosa y conocida Gibson Les Paul "Old Black". Es su principal guitarra eléctrica y fue utilizada en la mayoría de sus álbumes. En 1972, fue instalada una minihumbucker de una Gibson Firebird, reemplazando a la P-90 habitual de las guitarras Les Paul de la época. La guitarra incluye también un mini-switch que permite mandar la señal del mini-humbucker directamente al amplificador. La guitarra se hizo mas famosa todavía ,gracias a ser la protagonista de la banda sonora de la enorme película de Jim Jarmusch, Dead Man. Este disco me recuerda a ese sonido roto y distorsionado,tan típico de la música de Neil Young,a las cuales va añadiendo unas letras que consiguen conmoverme. Temas del disco como Love and War, varían el discurso adentrandose en el camino acústico de la mano de una Martin D-28, perteneciente a Hank Williams. El trabajo desde la primera a la última composición me parece magnífico, desenfadado y sin pretensiones. Digno heredero de su tradición musical .Recomiendo este trabajo a todos los amantes y conocedores de la obra de Neil Young. El disco fue grabado entre enero y julio del 2010, bajo la tutela de Daniel Lalois para la Reprise Records.
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